Hola soy Ariel tengo 24 años
No sé por dónde empezar a contar la historia, pero creo
firmemente que es necesario y quiero que llegue a la mayor cantidad de mujeres,
embarazadas o no, para que sean conscientes del poder de su cuerpo y de su
intuición, sobre todo en esta pandemia (COVID-19).
Al personal médico a quien demando su actualización y les
digo en la cara ¡Si se puede! Aún no creo que mi más grande sueño se haya
cumplido pero aquí estoy, y es real, mi niña está conmigo y me mira con una
carita que dice
"Mami lo logramos" ...
Para empezar quiero resumir un poco de lo que fue el
embarazo y previo a esto, yo tengo 2 hijos hombres de 3 años 11 meses y 7 años
1 mes en este momento, ambos nacieron por cesárea, ...los motivos ... Lo que
más se escuchan, los que más nos dicen:
No vas a abrir / tu pelvis es estrecha / se está pasando
el tiempo / tienes una cesárea previa
… y bueno, podría debatir cada uno de ellos hoy con la
información en la mano, pero en su momento no pude. La ignorancia era muy
grande y yo muy pequeña.
LA CESÁREA FUE HECHA PARA SALVAR VIDAS DE MAMAS Y BEBÉS. ES
UNA LASTIMA QUE LO VOLVIERAN UNA FORMA DE NACIMIENTO.
... después de descubrir todo, de adentrar en información y
verme ahí con dos cirugías super violentas, malhechas, quedé con un vacío, una
frustración, una rabia; todos te dicen
pero ahí está tu bebé, sano y salvo agradece ...
¡Claro!...pero ¿dónde quedas tú como mujer?
La maternidad no debería ser sacrificio y agonía, la
maternidad es poder y nutrición espiritual y física. Algo había en mí que no
quise hacerme la OTB aún con la presión en el IMSS lo cual hacen de manera super violenta y
denigrante, organismo a quien también señalo como agresores sexuales en mi
estancia, en mi segunda gesta fui agredida por una persona de su institución,
no, no sé quién era, no, no denuncié, pero no ! No fue mi culpa ! ...
Pasados los años dejé la idea a un lado, me entregué al
lactivismo, al feminismo y otros medios para apoyar mujeres en diversos temas y
eso alivio un poco mi sueño frustrado.
En la luna sangrienta de 2018 yo le pedí a la luna mucho
amor, el enfoque fue terrenal, una persona pero no en específico un hombre, era
más bien una mujer, pero no una pareja, no sé cómo explicarlo, y pues no pensé
en otro hijo, pero ella supo perfectamente qué necesitaba.
Conocí poco después a Juan Pablo, mi esposo actualmente, me
da mucha risa recordar que en los primeros acuerdos de nuestra relación los dos
estábamos en la firme idea de yo no tener ningún bebé más y él no quería ni uno
solo...
Yo no sé cómo cambio de idea pero un día en una plática
normal, me pidió textualmente una bebé, les juro que pensé que era broma. Para
ese día yo ya tenía un retraso pero como llevaba bebiendo una cerveza en la
comida justo esa semana pensé que a eso se debía el retraso, le dije, mira
podemos pensarlo jajaja y ya saben, me fue alborotando el útero, pero también
decidimos hacer una prueba ...
Y ¡pum! ella ya estaba en mi!! Jajaja… apenas tenía 3 semanas de gestación, lo confirmamos por ecografía, pero yo no estaba lista, era un arrebato, no era mi momento, sobre todo mentalmente y era injusto traer un bebé por capricho sin pensar en la vida que vas a darle, tenía que interrumpir el embarazo, pero algo en mí dudaba, algo no me dejaba, cuestioné esta maternidad tanto, tanto, al final
LA MATERNIDAD SERÁ DESEADA O NO SERÁ.
Y ¡pum! ella ya estaba en mi!! Jajaja… apenas tenía 3 semanas de gestación, lo confirmamos por ecografía, pero yo no estaba lista, era un arrebato, no era mi momento, sobre todo mentalmente y era injusto traer un bebé por capricho sin pensar en la vida que vas a darle, tenía que interrumpir el embarazo, pero algo en mí dudaba, algo no me dejaba, cuestioné esta maternidad tanto, tanto, al final
LA MATERNIDAD SERÁ DESEADA O NO SERÁ.
Se comprobó y pues claro, Juan tuvo que ver con esta
decisión, pero yo sabía que no iba a ser un embarazo rosa y hermoso, fue pesado
programar mi cuerpo y alma debatir conmigo misma, luego poco después me dijeron
que era una nena, nos volvimos locos de la emoción, él, yo y sus hermanos.
Comenzamos el control en la semana 10 con una partera, yo estaba
convencida de querer un parto como nada en la vida, no cabía opción alguna en
mi cerebro y en mi corazón, quería que mi bebé fuese respetado y yo también. La
partera nos dijo que no había tema de conflicto con las dos cesáreas, y
avanzamos firmes, emocionalmente yo tenía mucho que trabajar.
Cuando cumplimos 16 semanas empecé con complicaciones
nos detectan un hematoma intraplacentario,
me voy a la cama con medicamentos y etc., pero sobre todo la conexión con la
bebé fue la cura, les juro que el Dactil y la progesterona no fueron quienes
sanaron a la placenta, fuimos Juan, la bebé y yo en un viaje de conexión y luces,
paso Samhain, luego Yule, por motivos que no quiero adentrar no seguimos el
control con la partera, no quiero comentarlo por qué fue algo muy doloroso para
mí y que al mismo tiempo se nos fue diagnosticada la colestasis intrahepática y
poco a poco nuestros planes se fueron haciendo mijas, ahora sé que ella no era
la indicada 💗 mi hija escogió cada pieza en este viaje,
incluyendo a quien la traería a este mundo.
Después del diagnóstico de la colestasis y vivir los
horribles síntomas mes y medio, me internan y salimos triunfantes con la cole
remitida con ácido ursodeoxicolico y buena alimentación y mucho trabajo para
sanar mi estado emocional que estaba dañando mi hígado, pero ya con el diagnóstico
de: CESAREA A LAS 37 SEMANAS POR COLESTASIS INTRAHEPATICA DEL EMBARAZO MAS
CESAREA HITERATIVA
Triste, pero sabiendo que ahora la cirugía sería para
salvarme a mí y a Ginebra, no me permití decaer el ánimo pero la espina del
PARTO seguía en mí. Decidimos visitar CASA en San Miguel de Allende, lamentablemente fue una puerta más que se nos cerró
por los riesgos, salí llorando con el corazón roto, pero convertimos ese viaje
en nuestro 14 de febrero adelantado, volvimos a casa ya resignados y
continuamos nuestro control en el IMSS las semanas avanzaron, la cole me dejó
el aprendizaje de disfrutar cada día que el corazón de Gi latía dentro de mí.
Se acercaba la fecha, comenzaron los preparativos los
donadores de sangre, análisis, etc., y la preparación mental de cómo me iba a
recuperar no físicamente si no emocionalmente de una tercer cesárea.
En estos días llegó Covid a México, los primeros
casos empezaron a alertar, pero para mí Covid fue como para nuestra
tierra y animales Una Oportunidad, mi niña me daba las señales de que esta
vez todo era distinto, mis contracciones de Braxton eran bien claritas.
Mi peso y mi estado de salud en general a pesar de la cole, me
aventaban a rascar mi granito de Quiero Parir, aquí vienen confesiones
que pueden llegar a herir a mis conocidos y familia, pero quiero que entiendan
que esta gesta me dejó como aprendizaje que contar tus planes lo arruina todo,
que las buenas y malas vibras sí llegan, que la preocupación o duda frena,
entonces apareció Ámbar 💗 quien puedo llamar
también mi doula que me rascó el granito del parto más aún jajaja y empezó a
picar casi al grado de irme a San Cristóbal para que ella y Bety me ayudaran (ya
aquí había agotado recursos), les juro fui con los doctores proparto, unos
salían del presupuesto, otros simplemente no tomaban mis riesgos, las casas de
parto, etc. jaja, llegué a considerar el parir sola o esperar el trabajo de
parto entero y escupirles a Ginebra en el hospital pero no tenía la preparación
para tomar esos riesgos.
Luego (junto con toda mi tribu que siempre siempre
estuvieron conmigo incluso me hicieron el Baby Shower más hermoso de la vida)
platiqué con quien considero también uno de los pilares para sostener mi deseo,
Mayra, que fue conteniendo y apoyando todo, ella le dio un giro de luz a esta
historia justo dos días antes de la cirugía que ya estaba programada a las 37
semanas el 25 de Marzo a la 1:00 pm, me dijo: mira ella es Roxana Reyes hija
de Mirna Amaya, es partera, tiene poco en Querétaro, llámale, sin miedo
el no ya lo tenemos.
Llamé con muchos nervios a Roxana. Luego platicamos por wats
le conté mi caso y sé que ya tenía el “no” en la punta de la lengua perooooo
dos días antes en el equinoccio de primavera (Ostara) yo recé tanto para que mi
mujer medicina apareciera, que las diosas hicieron lo suyo y de pronto Roxana
estaba en mi casa firmando el papeleo necesario, entonces amigos/familia aquí
es donde Juan y yo les confesamos que mentimos, no nos cancelaron la cirugía
por COVID, nosotros renunciamos a ella, simplemente no fuimos, renunciamos a
los riesgos de contagio y de ser violentada de nuevo y decidimos que haríamos
todo lo posible por parir en casa, la pandemia solo maximizó los beneficios de
esta decisión.
Resguardadas, sin contagio amadas, sin intervenciones
innecesarias, no sé de verdad qué de valiente le ven a parir en casa, valientes
ustedes que atienden una condición que no es una enfermedad en un lugar que es
para ello, que pasan su labor de parto en una sola posición obstruyendo la
naturaleza de nuestro cuerpo, nos dejan solas en los hospitales ¿Que mamífero
pare en estas condiciones? Se nos aísla de la cría, en casa te mueves, ríes,
alimentas, surfeas y cabalgas tus contracciones de la mano de tu compañero o
quien quieras. En mi caso Roxana fue mi sostén, mi aliada, acompañó cada
momento de este largo largo trabajo de parto, veló día y noche, durmió varias
noches en mi casa, paciente de la espera de Gi, estuvimos así desde el 18 de
Abril, anidamos Juan y yo, hicimos el altar de nacimiento de Ginebra al tiempo
que iniciaban las contracciones, en este viaje encontré también a Shivani quién
me acompañó a la distancia como doula y me abrazo virtualmente.
La presión de mis vecinos, familiares, amigos no nos venía
bien, así que me quedé desconectada y únicamente supieron del proceso quien
podía ayudar, mis doulas, mi partera, mi esposo y algunas amigas, fue un
proceso laaaargoooo, cansado, pero tan bello, las noches eran largas con
contracciones cada 10 min dolorosas realmente pero Gin aún no quería salir,
gracias a Roxana alcancé a preparar mi cuerpo con medicina natural y mucho
ejercicio.
Fueron 4 semanas de preparación (muy poco para lo que
realmente requería mi cuerpo ) Ginebra y yo fuimos amorosas y paciente con mi
cuerpo, llegó la semana 40+5 por la noche ya no me dejaron las contracciones
tantos días, pidiendo que se desencadenara la labor y ese día pedía descanso
jajaja, leí que para saber si estás de parto es fácil, cuando una mujer duda si
está de parto, no lo está, cuando una mujer está de parto lo sabe, en cada contracción
leía mis mensajes de aliento, algunos que me hice yo, unos sacados de la red, los
dibujos que Juan le hizo a Gi, los que le pedí a mis amigas Gracias a todas por
ser mi aliento, la sororidad tuvo un papel muy fuerte, también me calmaba el
escuchar la sabiduría de Mirna, la mamá de Rox, a quien agradezco de corazón
porque ahora sé que siempre estuvo ahí apoyando.
Una de las cosas que dijo fue que hay mujeres que sabemos
cuándo concebimos y yo claro que recuerdo el día que concebí a mi hija, fue un
día muy especial, Juan y yo hicimos magia ese día, y basándome en esa fecha y
con los monitoreos necesarios supe que mi instinto no fallaba al pedirme
esperar. El 20 después de la noche larguísima llegó Roxana, y empezamos la
chamba jaja, empecé a tirar tapón mucoso y las horas se hacían largas, yo
borraba y dilataba bien lento, era casi imposible alcanzar a sentir mi cérvix,
estaba súper posterior los avances no eran claros, yo me desconecté del mundo,
me entregué a mi labor, no era consciente de las horas, me duchaba, me salía y
metía a la tina, me iba agotando poco a poco, fui perdiendo las ganas de hablar,
el dolor era fuertísimo, Juan me sostenía, me sobaba, hacíamos rebozo, el
tirante X de Mirna fue clave para lograr esto. Yo ya no tenía la fuerza.
En una revisión vaginal estaba de 5 de dilatación, yo estaba
feliz pero cansada, las contracciones eran cada vez más continuas, se iba una y
ya estaba el pico de intensidad de la siguiente, yo botaba sangre en cada contracción
como mamífera, estaba tan agotada que después de leer uno de mis recaditos que
decía "soy una bruja llena de luz, fuerza y poder sin límite, el dolor
es mío y me entrego a mí”, con música de fondo me tumbé en mi cama y dejé
de trabajar las contracciones, me entregué, un viaje a las estrellas por el
alma de mi niña y dejé fluir las contracciones, me quedé ahí unas horas creo...
Hasta que se apagó mi teléfono y la música paró… y vi a Rox en la puerta viéndome.
Me preguntó que si se había parado la labor, porque ya no le
decía cada que tenía una contracción, le dije sí tengo son insoportables
pero las dejé pasar, pero ya estoy lista para continuar, le pedí a Juan que
me llevara a bañar, y al quitarme la bata se encontró con la sangre acumulada
que boté en cada contracción, me bañé, me cepillé y seguí con el tirante. Eran
como las 11 y algo, creo, pero duren poco con el impulso de energía y me tiré a
la cama ya no podía más, la palabra hospital empezó a rondar mi cabeza, al
mismo que el dolor se apoderaba de mí en un grado ya consiente, y comencé a temer,
a gritar y a llorar llegó el "mamá , mami mamita quiero a mi mamá"
veía a Juan y él no sabía que hacer, yo le pedí que por nada del mundo
insinuara llevarme al hospital hasta que yo lo dijera (porque obvio siempre fue
considerado como una opción ante cualquier complicación especificado en mi plan
de parto) entonces Rox empezó a contenerme tan amorosamente, me dijo sácalo
todo, le pedí a gritos ayuda, ya no sabía qué hacer y ella con todo su amor
y paciencia me dijo,
No es un fracaso luchaste, hasta donde llegaste con tus
condiciones nadie llega, eres fuerte, ¿de qué tienes miedo?
Entonces vi cuánto era mi terror al hospital, al quirófano
al daño, al virus, a qué nos aislaran, a morir, a no volver a ver a mis hijos,
pero físicamente ya no podía más, ya estaba casi toda la dilatación, pero mi cérvix
estaba atrás aún y Ginebra no descendía, cabe señalar que el IMSS no era opción
para parir y aunque llegara con 10 de dilatación me iban a hacer cesárea por el
protocolo que tienen ante dos cesáreas previas, no era como de ¡ay, por qué
no te fuiste para que pusieran anestesia! yo solo tenía la opción de parir
en mi casa o la cesárea, entonces tomé la decisión, le dije a Juan, ok busca
el número de la ambulancia, Juan dudó y le grité, ya mis gritos eran muy
primitivos, y empecé a sentir ganas de hacerme popó entonces Roxana se asomó y
en eso entró una contracción y las dos dijimos es ella, ya viene, Juan
se asomó y me pusieron un espejo ¡y vi la bolsita!, mi niña estaba llegando una
vez más haciendo su magia, mi brujita quería cumplir mi sueño y ella quería
nacer en su casa.
Roxana me dijo ahora sí mi niña hazte popó en la próxima contracción,
me intenté poner en varias posiciones pero la verdad es que ya no tenía fuerza,
entonces papá empezó a parir a su bebé, yo estaba con medio cuerpo en la cama y
medio cuerpo abajo, Roxana frente, debajo mío y Juan arriba de la cama tirando
de mi dorso mientras yo pujaba con toda mi fuerza.
No recuerdo bien cuántos pujos fueron pero no dolía era una
fuerza animal apoderándose de mí. Rompí fuente y luego salió la cabeza de
Ginebra, me sentí una diosa, y luego salió su cuerpo, inmediatamente lloró y
abrió los ojos, la tomé en mis brazos maravillada, ¡no puedo decir esto sin
llorar! fue el mejor momento de toda mi vida, fue mágico, celestial, me
levanté con mi nena en brazos y le dije a Juan, aquí está tu bebé, me acomodé
en la cama para recibir mi placenta y pegarme al seno a Gi, la lamí como mamífera
y comenzamos este viaje en la Lactancia.
La succión hizo lo suyo y volvieron las contracciones, y
parí la casita de mi niña, mi arbolito de vida, que bueno jajaja no salió tan
deslumbrante pero salió jaja, yo traía unos aparatos de acupuntura en la
espalda no recuerdo en qué momento me los quitaron, pero sí que ayudaron, después
Rox me hizo el torniquete para evitar hemorragia, me dio medicina natural y
empecé a descansar.
No fue necesaria un corte, no me rasgué, no necesité
medicamentos, ni ser canalizada, mi bebé no necesitó nada más que el calor de
mamá y papá, una vez su cordón umbilical dejó de latir, papá cortó con mucho
amor ese hilo entre su placenta y la niña. Eran las 00:08 cuando Ginebra bajó
de la luna nueva que recién entraba, ahí fue cuando las diosas me la entregaron,
pesando 3.125 a las 41 semanas exactamente.
Cuando amaneció escuché los pájaros cantar, vi a mi linda
linda bebé sana y salva en casa, en mi cama, en mi nido, en medio de papá y
mamá, afuera una pandemia mientras Ginebra nacía entre mantras, música, aceites
esenciales, mientras afuera la gente no puede acercarse entre ellos yo besaba a
mi hija, mientras la flor de Jericó que su partera le regaló a Yo también florecía,
y recordé a Mon Laferte "no hagas caso a lo que digan, no quieren
que florezcas" me pasé al sistema patriarcal por mis ovarios, soy
una diosa y Ginebra Johanna ❤🌿 es mi reina, ¡sí se
puede !
¡Gracias tribu!
¡Gracias mamá y papá!
¡Gracias al movimiento Feminista!
¡Gracias Juanpi mi amor!
¡Gracias a mis doulas Ámbar y Shivani
¡Gracias Mayra!
¡Gracias Mirna eres una diosa sabía!
Gracias mi Roxana, mi partera eres la mejor del mundo no
tengo con que agradecer el traer al mundo de una manera tan paciente y amorosa
a mi hija
GRACIAS POR SER LUZ, POR CONFIAR EN MÍ CUANDO NADIE MÁS
QUISO, POR TU VALENTÍA
Gracias Ostara, Hecate, Aradia, Pachamama y todas las diosas
que me acompañaron y fortalecieron en este viaje, recibí su mensaje en mi baño
de hierbas (perdón por el susto de nuevo Rox)
¡Gracias a mi templo, mi cuerpo sabio de mamífera! 💗...
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