Hace tres años, junto con la Osa Mayor iniciamos un movimiento que titulamos "Mi Parto, Mi Decisión" que culminó con una marcha por las calles de Tulum el 29 de noviembre de 2014 al grito de frases como "Mujer Valiente, la Fuerza está en tu Vientre" o "No más cesáreas, innecesarias".
Aunque seguimos siendo minoría, cada vez son más mujeres que abrazan la necesidad intrínseca de vivir un parto respetado, y unas cuantas más las que demandamos una auténtica reivindicación como derecho humano, conocer todas las alternativas para poder decidir de manera informada.
En esta ocasión, quisiera hablar de otros movimientos de mujeres de habla hispana, que al igual que nosotras, sienten esa necesidad de compartir con otras mujeres sus experiencias, ya sean gratificantes o desgarradoras, porque en una tribu como la nuestra, cualquier experiencia leída en las palabras de otra mujer, es una píldora para el alma que nos invita a prepararnos para vivir la experiencia maravillosa del parto.
Entre los países de habla hispana que con más fuerza promueven el respeto de los derechos humanos durante el parto están España, Argentina, Brasil, Colombia y México.
En España, el movimiento ciudadano más representativo se hace llamar "El Parto es Nuestro" que pugna por el cambio de paradigma en el modelo médico asistencial que relega a la mujer que pare a un papel secundario (como en casi todos los países, al menos los aquí mencionados).
En Argentina, el movimiento ciudadano, atestiguado en diversas marchas, documentales, artículos informativos y denuncia en redes sociales, cristalizó en septiembre de 2015 la Ley N° 25.929 sobre Parto Humanizado que por supuesto no cambia nada sin la presión de la ciudadanía organizada exigiendo que se cumpla dicha ley. Por ello, uno de los principales movimientos ciudadanos, "Las Casildas" ha credo el primer observatorio de violencia obstétrica del país.
En Brasil, sustentadas también en el ciberactivismo, la iniciativa ciudadana lanzó el "Teste da Violência Obstétrica" que fue puesto a disponibilidad el 8 de marzo de 2012 simultáneamente en más de 70 blogs. El mismo año también fue publicado el documental "Violencia obstétrica - la voz de las brasileñas".
Otro documental, disponible sólo bajo permisos especiales fue el producido por Gusano Films, que retrata la realidad de "Nacer" en los hospitales públicos en Bogotá. También, formada en Brasil, radicada en Colombia, encontramos el Proyecto Loba Materna, por una maternidad-paternidad consciente; se trata de un proyecto personal de Laura Peláez Molano que nos habla de sus experiencias y aportaciones en el campo del parto humanizado.
México no es la excepción en el tema de movimientos por un parto digno, respetado y amoroso, siguiendo las recomendaciones de la medicina basada en evidencia hechas por la OMS. Sin embargo, la visibilización de este tema ha sido principalmente el trabajo de parteras experimentadas, con escuelas de partería y casas de maternidad consolidadas, que ofrecen a las mujeres una alternativa segura de atención que está conscientemente libre de cualquier forma de violencia obstétrica, o de intervención innecesaria. Como ejemplos más representativos tenemos a Nueve Lunas en Oaxaca, Luna Maya en San Cristobal de las Casas y Osa Mayor en Tulum.
Ha llegado el momento de generar un movimiento organizado en México, libre, consciente, que apoye a las mujeres en el pleno ejercicio de su autonomía. Así como en otros países, también en México cada vez son más las entidades federativas que tipifican como delito la violencia obstétrica, pero necesitamos levantar la voz las mujeres que hemos vivido la experiencia desde la otra cara de la moneda, desde la atención matrifocal del parto digno, para mostrar que existen alternativas seguras de las cuales la mayoría desconoce.
Aunque seguimos siendo minoría, cada vez son más mujeres que abrazan la necesidad intrínseca de vivir un parto respetado, y unas cuantas más las que demandamos una auténtica reivindicación como derecho humano, conocer todas las alternativas para poder decidir de manera informada.
En esta ocasión, quisiera hablar de otros movimientos de mujeres de habla hispana, que al igual que nosotras, sienten esa necesidad de compartir con otras mujeres sus experiencias, ya sean gratificantes o desgarradoras, porque en una tribu como la nuestra, cualquier experiencia leída en las palabras de otra mujer, es una píldora para el alma que nos invita a prepararnos para vivir la experiencia maravillosa del parto.
Entre los países de habla hispana que con más fuerza promueven el respeto de los derechos humanos durante el parto están España, Argentina, Brasil, Colombia y México.
En España, el movimiento ciudadano más representativo se hace llamar "El Parto es Nuestro" que pugna por el cambio de paradigma en el modelo médico asistencial que relega a la mujer que pare a un papel secundario (como en casi todos los países, al menos los aquí mencionados).
En Argentina, el movimiento ciudadano, atestiguado en diversas marchas, documentales, artículos informativos y denuncia en redes sociales, cristalizó en septiembre de 2015 la Ley N° 25.929 sobre Parto Humanizado que por supuesto no cambia nada sin la presión de la ciudadanía organizada exigiendo que se cumpla dicha ley. Por ello, uno de los principales movimientos ciudadanos, "Las Casildas" ha credo el primer observatorio de violencia obstétrica del país.
En Brasil, sustentadas también en el ciberactivismo, la iniciativa ciudadana lanzó el "Teste da Violência Obstétrica" que fue puesto a disponibilidad el 8 de marzo de 2012 simultáneamente en más de 70 blogs. El mismo año también fue publicado el documental "Violencia obstétrica - la voz de las brasileñas".
Otro documental, disponible sólo bajo permisos especiales fue el producido por Gusano Films, que retrata la realidad de "Nacer" en los hospitales públicos en Bogotá. También, formada en Brasil, radicada en Colombia, encontramos el Proyecto Loba Materna, por una maternidad-paternidad consciente; se trata de un proyecto personal de Laura Peláez Molano que nos habla de sus experiencias y aportaciones en el campo del parto humanizado.
México no es la excepción en el tema de movimientos por un parto digno, respetado y amoroso, siguiendo las recomendaciones de la medicina basada en evidencia hechas por la OMS. Sin embargo, la visibilización de este tema ha sido principalmente el trabajo de parteras experimentadas, con escuelas de partería y casas de maternidad consolidadas, que ofrecen a las mujeres una alternativa segura de atención que está conscientemente libre de cualquier forma de violencia obstétrica, o de intervención innecesaria. Como ejemplos más representativos tenemos a Nueve Lunas en Oaxaca, Luna Maya en San Cristobal de las Casas y Osa Mayor en Tulum.
Ha llegado el momento de generar un movimiento organizado en México, libre, consciente, que apoye a las mujeres en el pleno ejercicio de su autonomía. Así como en otros países, también en México cada vez son más las entidades federativas que tipifican como delito la violencia obstétrica, pero necesitamos levantar la voz las mujeres que hemos vivido la experiencia desde la otra cara de la moneda, desde la atención matrifocal del parto digno, para mostrar que existen alternativas seguras de las cuales la mayoría desconoce.
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